Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios. (Mateo 3:8)
¿Porqué la necesidad de Juan de realizar esta aclaración? ¿Será que somos propensos autoengañarnos y creer que con el cumplir algunos rituales religiosos estamos ya bien delante Dios? ¿Mi fruto (mis acciones) podrá servir como parámetro para identificar si tuve o no una verdadera conversión? ¿Qué tal si tengo un arrepentimiento selectivo (me arrepiento de unas cosas y pero dejo pendientes otras en las que no estoy de acuerdo con Dios)?, ¿tendrá validez delante de Dios?, o ¿será que Dios quiera mi rendición total e incondicional a su voluntad? ¿Cómo puedo dar buen fruto si estoy vendido al pecado y lo malo que no quiero eso hago (Ro.7:21-24)?
Para profundizar: Mt.7:16-20; 10:37-38; Ro.7:4-6
Para profundizar: Mt.7:16-20; 10:37-38; Ro.7:4-6