Pero tú, cuando ayunes, péinate y lávate la cara. Así, nadie se dará cuenta de que estás ayunando, excepto tu Padre, quien sabe lo que haces en privado; y tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.(Mateo 6:17-18)
Dentro de tus disciplinas cristianas ¿tienes considerado el ayuno? ¿Sabes cuál es su propósito? ¿Estás conscientes de los efectos y recompensas del ayuno?