Las noticias acerca de él corrieron y llegaron tan lejos como Siria, y pronto la gente comenzó a llevarle a todo el que estuviera enfermo. Y él los sanaba a todos, cualquiera fuera la enfermedad o el dolor que tuvieran, o si estaban poseídos por demonios, o eran epilépticos o paralíticos. (Mateo 4:24)
¿Tú ayudas a que las noticias de Jesús sigan corriendo para llegar a más gente? o ¿eres de los que se quedan callados en oportunidades que se presentan para hablar de Jesús? ¿Por qué te quedarías callado? ¿Importa más tu verguenza que la necesidad de la gente?
Para profundizar: Hch.4:29-30; Hch.20:26-27
Para profundizar: Hch.4:29-30; Hch.20:26-27